El Malecón es el lugar más democrático de Cuba, así reflexionaba Pedro Pablo en entrevista ante los medios de prensa a raíz de su exposición Historia de amor en el año 2007 en el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana. Después de unos años trabajando en su estudio de La Mina en La Habana Vieja, los asiduos visitantes a El Malecón se convirtieron en la nueva obsesión del artista. Pescadores, estudiantes, prostitutas, músicos, poetas, policías, vendedores de drogas, amantes, solitarios eran los actores de un teatro donde la pluralidad se manifestaba con toda intensidad. Como roches de una película, todos los personajes creados por Oliva conforman el largo muro de alegrías y lamentos de una ciudad que siempre mira al mar.

La Serie

Un día a Pedro Pablo se le ocurre situar a Fidel levitando en el muro de El Malecón sosteniendo a una muchacha desnuda. Surge así Historia de amor que unido a Pepito Malecón y El hombre desnudo formarían el tríptico Alegrías y tristezas de El Malecón, título que adoptaría la nueva serie. Múltiples piezas de diverso formato sobre cartulina y lienzo, además de varias esculturas se sumarían a ella a lo largo de poco más de un lustro.

Extraña declaración de amor
2007 · Serie Alegrías y Tristezas del Malecón
Mixta/cartulina
170 x 100 cm

Martí, el frío y el mar
2007 · Serie Alegrías y Tristezas del Malecón
Óleo/tela
213 x 142 cm

Los dulces sueños de Liduvina
2006 · Serie Alegrías y Tristezas del Malecón
Mixta/Cartulina
170 x 100 cm

La Nostalgia
2006 · Serie Alegrías y Tristezas del Malecón
Mixta/cartulina
170 x 100 cm

Los amores de Esther y Don Gervasio
2008 · Serie Alegrías y Tristezas del Malecón
Mixta/cartulina
120 x 80 cm

El Gran Flautista
2008 · Serie Alegrías y Tristezas del Malecón
Óleo/tela
237 x 160 cm

El Abuelo y una Historia de Amor
2006 · Serie Alegrías y Tristezas del Malecón
Mixta/Cartulina
60 x 50 cm

Mary, el beso y una sombrilla
2012 · Serie Alegrías y Tristezas del Malecón
Óleo/Tela
240 x 190 cm

Muchacha levitando sobre un Cubo
2007 · Serie Alegrías y Tristezas del Malecón
Óleo/Tela, vara de pescar y bandera negra
257 x 230 x 30 cm

Pepito Malecón
2005 · Serie Alegrías y Tristezas del Malecón
Óleo/tela, vara de pescar y quinqué
180 x 130 cm

Hombre desnudo
2006 · Serie Alegrías y Tristezas del Malecón
Óleo/Tela, vara de pescar y bandera cubana
180 x 130 cm

Historia de Amor
2006 · Serie Alegrías y Tristezas del Malecón
Óleo/Tela, vara de pescar y caja de olla arrocera pintada
180 x 130 cm

Cierto día el pintor intuyó que el muro del malecón era un lugar ideal para esbozar las claves de La Habana oculta en el bullicio de noches sin sueños. A pesar de que el espacio provoca una visión hacia el exterior, se procura activar una reflexión acerca de la insularidad hacia dentro. Ello no impide que el mar aparezca como “una promesa incumplida” en la configuración de una imagen. Pero el detonante de las historias reside en el trasfondo de una soledad compartida entre paredes invisibles.

Alegrías y tristezas del Malecón (2006) es una serie en que diversos objetos acompañan a los cuadros. Desde un farol chino hasta una bandera cubana, prevalece el interés por fusionar los símbolos de la sobrevivencia con una inquietud pop deudora de las pinturas combinadas que implementaron Robert Rauschenberg y Jasper Johns en los cincuenta.

Negado a reproducir estampas turísticas de las veladas frente al mar, Pedro Pablo Oliva se inclinó por conformar escenas de una complejidad filosófica que desconcertaría a sus modelos de referencia. En este sentido, lo típico sucumbe ante una dimensión arquetípica que lo trasciende, manipulación que denota un interés por superar el realismo sucio del cual se nutre para garantizar un mínimo de veracidad.

Héctor Anton Castillo