Series

Gran parte de la obra de este maestro cubano se organiza por series. Estos bloques temáticos o formales no pertenecen a décadas específicas, no transcurren de manera lineal hasta agotarse, sino que son abandonadas y retomadas en el transcurso de su carrera. Pedro Pablo se ha convertido en una especie de cronista, observa la vida personal y social como en un ciclo natural donde el eterno retorno forma parte de su filosofía vital.

Es así como nos enfrentamos a la serie Sillones de Mimbre que comienza a principios de la década del 80 y llega a nuestros días. En otras ocasiones, las series se superponen unas con otras: obras de la serie Ventanas se mezclan con la serie Eternas condenas o Las aberraciones del hombre. Y en otros casos algunos conjuntos le dan paso a otros, como es el caso de El gran Abuelo que le abre el camino a Alegrías y tristezas de El Malecón. Algunas son muy cortas como Las maravillas del mundo, mientras otras como Sillones de Mimbre son muy extensas.